domingo, 20 de junio de 2010

LA ESPERA

     Un día papá me hizo daño no mucho pero me dolió un poquito cuando tiró de mi brazo al decirme enfadado no sé porqué porque yo no había hecho nada malo que me diera prisa y que me parecía a una tortuga que llegábamos tarde al colegio yo no tenía la culpa de que ellos no estuviesen levantados a la hora yo sí lo estaba estuve esperando bastante rato con el pijama puesto y la barriga haciéndome ruidos porque ella también tenía hambre como yo y quería ya la leche con galletas igual que todos lo días después de dormir pero ellos dos seguían en la cama sería que tenían mucho sueño todavía porque estuvieron hablando mucho anoche creían que yo no les oía porque estaba dormido pero no lo estaba al principio sí pero luego como hablaban un poco fuerte me desperté y les oí como se decían cosas feas de ellos dos y también cosas de mí pero no feas como las de ellos mamá decía que sabía que él la quería y ella también a él pero que no se sentía con ganas de continuar con esta forma de vivir que esto no es vida y que para seguir así no valía la pena seguir y que era mejor dejarlo todo no a mí a mí no querían dejarme lo que querían era dejar de vivir juntos ellos dos en la misma casa ni dormir en la misma cama antes de llegar a cosas peores que después ya no tuvieran remedio como cuando aquél día en que papá casi llegó a darle una bofetada a ella por culpa de una cosa sobre la que discutieron pero que al final él pudo aguantarse antes de ponerle la mano en la cara y después lloró él y también lloró ella yo lo vi ellos creyeron que no pero si lo vi y lo oí todo mientras estaba en mi cuarto jugando contigo y con mis juguetes tu a lo mejor no te acuerdas pero yo si me acuerdo de aquello muchas veces desde entonces y cada vez que les veo discutir y estar con las cara triste los dos y yo tampoco quiero que esto siga así pero tampoco quiero que se peleen ni estén tristes los dos siempre muchas veces también conmigo papá ya no quiere mucho jugar conmigo como antes ahora siempre tiene trabajo que hacer y muchas cosas que mirar porahí y sale siempre a hablar con alguien o a comprar tabaco más cigarros porque ya le quedan poquitos y yo quiero que me cuente cuento para dormir como antes y viene mamá y me abraza y moja mi camiseta con sus lágrimas y tampoco me dice nada tan solo cuando yo lloro también me dice que no llore que yo no tengo la culpa que yo soy bueno bonito y que me quiere más que a nada en este mundo ella tampoco va a llorar ya más y se seca los ojos con las manos riendollorando hasta que poco después de estar los dos abrazados en silencio miramos a la puerta los dos para ver si llega papá pero no lo hace hasta que ya ha pasado mucho mucho tiempo y su comida ya no echa humito en el plato que se quedó solo encima de la mesa junto al tenedor y el trozo de pan que también lo espera a él que no viene y mamá terminó de fregar su plato y el mío y después me metió en la cama que era muy tarde ya y me dijo que me durmiese cariño mío y que papá también me daría un beso y las buenasnoches cuando llegase de hablar con los hombres pero no vi que lo hiciera ya no pude aguantar más tiempo abiertos los ojos que también querían dormirse pero por la mañana sí que estaba papá cuando me levanté lo vi dormido en el sofá del salón y el plato seguía en la mesa lleno con la comida fría y seca que él no había tocado luego le decía a mamá que no tenía hambre y mamá le dijo a él que hambre no pero que sed sí que olía a cerveza y mucho más a tabaco que por eso tosía tanto mientras estaba dormido y cuando se despertaba por las mañanas que eso no era bueno que se estaba quitando la vida a él y a nosotros también a mí me quitaba su vida pero yo no quería que me la quitara ni que se fuera tantas veces tampoco que le gritara a mamá ni ella a él pero eso era lo que volvían a hacer enseguida mientras yo esperaba para ir al cole allí se me olvidaba un poco todo lo que pasaba en casa yo no quería dejarlos solos ni tampoco quería no ir a la escuela todos los días me llevaba papá en el coche todos los días pero ese día el día que papá se portó mal conmigo pero él no es malo nunca lo es malo es la cerveza le dice mamá el coche estaba roto y lo estaban arreglando en el taller de un cristal roto por un golpe con otro coche que papá no vio por culpa de las cervezas dijo mamá que no podía seguir así un día y otro día que uno de esos días sería peor y él que solo había tomado dos o tres nada más y es verdad que su aliento olía raro cuando me dio un beso ya en la puerta del colegio y enseguida otro más fuerte te quiero mucho cariño cuida de mamá y después vino a recogerme ella a la hora de salir y papá no estaba tampoco en casa y mamá lloraba sin parar para secarse las lágrimas sobre el empapado delantal mientras preparaba el pollo y las patatas fritas y yo miraba a la puerta muchas veces ella no también yo la miraba a ella para saber pero ella no quería mirarme a mí porque lloraba y yo quería llorar con ella pero no me salía y no sabía por qué luego te miraba a ti y tu sí que me mirabas a mí y sabías todo lo que yo sé siempre lo sabes aunque no te diga palabras ella a ti no te ve ni tampoco papá y tu también quieres verlo llegar y los dos miramos a la puerta mucho mucho mamá no la mira ella llora mientras comemos en la mesa pequeña de la cocina con sólo dos platos llenos de pollo y patatas fritas tampoco hay pan esperando a papá que no abre la puerta y se acabó el pollo y las patatas y una rica pera y nos vamos a mi cuarto tu y yo a jugar mientras miramos la puerta que nunca se abre ni siquiera después de dormir muchas veces y de venir del cole muchas veces cuando me recoge mamá papá no y yo también quiero a papá no solo a mamá que me lleve él al cole que no me quite su vida que se vayan las riñas los gritos la cerveza yo se que tu también quieres a papá aunque a ti no pueda verte ni contarte cuento ni darte grandes besos.

     Hoy otra vez me ha ido a buscar mamá a la escuela andamos rápido para llegar pronto a casa tiraba de mi mano pero no dolía y eso que ella lloraba pero poquito y reía un poquito también cuando me miraba corre corre y al llegar a casa ya estaba la mesa puesta para comer la grande en el salón y tres platos y la olla echando humito y un trozo de pan también esperando mirando mucho la puerta.

Gracias a Cuqui y a Fernando Quiñones.

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